De acuerdo con el comunicado oficial, el objetivo es salvaguardar la seguridad y los intereses nacionales, así como cumplir con obligaciones internacionales de no proliferación.
En este sentido, Beijing aplicará restricciones a 25 productos específicos relacionados con estos metales y los exportadores deberán solicitar permisos para el envío de estos fuera del país.
Según la cartera de Comercio, la implementación de estos controles es una práctica común a nivel internacional.
«China, como principal productor y exportador mundial de estos metales, ha cumplido consistentemente con sus obligaciones internacionales de no proliferación y, al mismo tiempo, busca mantener la seguridad y estabilidad de las cadenas de suministro industriales a nivel global», comunicó un portavoz.
Los materiales en cuestión son fundamentales para industrias clave como la defensa, la energía, la electrónica y la medicina.
Controlar su exportación es esencial para garantizar la seguridad nacional, la autosuficiencia tecnológica y la sostenibilidad ambiental.
La acción se toma en un momento de crecientes tensiones comerciales por la guerra arancelaria que desató la administración estadounidense de Donald Trump, quien anunció tarifas del 10 por ciento sobre todas las mercancías importadas desde China.
De hecho, la medida de Beijing ocurre en medio de otras decisiones del gigante asiático como la imposición de aranceles adicionales de hasta el 15 por ciento a ciertos productos importados desde Estados Unidos.
Además, la Administración Estatal de Regulación del Mercado de China anunció hoy una investigación sobre Google de Alphabet, sospechoso de violar la ley antimonopolio del país.
Por otro lado, el Ministerio de Comercio también agregó a las empresas estadounidenses PVH Group e Illumina Inc a su lista de entidades poco confiables, lo cual conlleva a restricciones o sanciones.
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