En un comunicado, el funcionario criticó la decisión del gobierno de Benjamin Netanyahu de cancelar el acuerdo de 1967 y alertó sobre las consecuencias y riesgos para millones de palestinos.
Las acciones contra esa agencia constituyen “un crimen contra la humanidad y un desafío flagrante a la comunidad internacional y a las resoluciones” del Consejo de Seguridad de la ONU relacionadas con la protección de los refugiados palestinos, indicó.
Al-Yamahi también reclamó el apoyo árabe y global para evitar el desplazamiento de los habitantes de la Franja de Gaza, como propuso recientemente el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
También pidió al mundo y a la ONU asumir sus “responsabilidades morales y jurídicas” y adoptar medidas prácticas para obligar a Israel a revertir su decisión de prohibir las actividades de esa agencia, que proporciona ayuda a unos 6,4 millones de personas.
El jueves último entraron en vigor dos leyes aprobadas por la Knesset (parlamento israelí) contra el organismo.
La primera de ellas prohíbe la actividad de la Unrwa dentro de “áreas bajo soberanía israelí”, incluida la zona oriental de la ciudad de Jerusalén, ocupada desde la guerra de 1967.
La prohibición se extiende a la operación de oficinas de representación y la prestación de servicios, mientras que la segunda ley impide cualquier contacto de las autoridades con el organismo.
También impuso obstáculos a la negociación de la agencia con bancos israelíes, la obtención de transferencias financieras y el pago de salarios.
Tanto el gobierno palestino, como la ONU y diversas ONG denunciaron en varias oportunidades tales medidas porque, además, finalizan la coordinación para garantizar movimientos seguros para su personal o en el caso de extranjeros, impide la obtención de visas.
Unrwa tenía su sede temporal en el barrio palestino de Sheikh Jarrah, ubicado en Jerusalén oriental.
El 10 de octubre de 2024, la Autoridad de Tierras de Israel anunció la confiscación del terreno y la conversión del sitio en un asentamiento avanzado con mil 440 viviendas para los colonos judíos.
Recientemente, el comisionado general de la agencia, Philippe Lazzarini, advirtió que no existe ninguna alternativa a esa institución, que proporciona educación, salud y diversos servicios a millones de palestinos.
Días atrás, el gobierno estadounidense apoyó ambas normativas adoptadas por su principal aliado en Oriente Medio.
Esa es una decisión soberana de Israel, Estados Unidos respalda la implementación del cierre de la Unrwa, afirmó Dorothy Shea, representante interina de la potencia norteña ante la ONU.
lam/rob
