En un mensaje de felicitación al Líder Supremo, Ali Khamenei, al presidente, Masoud Pezeshkian, y al pueblo iraní, el movimiento político y militar libanés resaltó los prinicipios de la República Islámica de rechazo a la dependencia de las fuerzas de opresión y el trabajo por la liberación de Palestina.

Hizbulah consideró que la Revolución Islámica cambió el rumbo de los acontecimientos y la historia, derrocó un régimen de tiranía y opresión, y estableció las bases de un Estado fuerte e independiente.

En este sentido, enfatizó en la volentad de Irán frente a la hegemonía de las potencias mundiales, y el sustento en su pueblo y en los principios humanos y religiosos.

La Resistencia preponderó que, bajo un liderazgo sabio, esta revolución guio a un gran pueblo hacia la construcción de un Estado capaz y ejemplar en términos de independencia política, desarrollo científico y avance industrial en diversas áreas, a pesar de todas las formas de bloqueo, agresión y conspiraciones.

Después de más de cuatro décadas, la República Islámica se consolidó como una potencia firme, que impuso su lugar en la escena internacional y reafirmó su presencia como un pilar fundamental en las ecuaciones de la región y del mundo, puntualizó.

En su comunicado, Hizbulah subrayó que Irán, desde su creación, se convirtió en un refugio para las causas justas en la región, y brindó apoyo a los pueblos oprimidos y los movimientos de resistencia.

A propósito, elogió el respaldo esencial para la causa palestina, que enfrenta intentos de eliminación y ocultamiento por parte de las fuerzas de la opresión, en particular bajo la nueva administración estadounidense que busca imponer proyectos de conspiración.

También señaló que la República Islámica fue un socio fundamental en cada victoria lograda por los frentes de resistencia, especialmente en Líbano, donde apoyó a estos movimientos desde su inicio en 1982, brindándoles todo tipo de respaldo para permitirles liberar la tierra y expulsar la ocupación israelí.

Este lunes, millones de ciudadanos salieron a las calles de todo Irán para celebrar el 46 aniversario de la Revolución Islámica, que derrocó a la monarquía presidida por Mohammad Reza Pahlavi, apoyada por Estados Unidos.

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