Los hallazgos de Courtauld en el Retrato de Mateu Fernández de Soto (1901) sugieren que este amigo del artista no era el tema planeado para el lienzo, ya que la figura de la dama probablemente fue pintada solo unos meses antes.

Según la fuente, la obra evidentemente pasó por varias revisiones y pudo ser pintada en el vibrante estilo impresionista que precedió al Período Azul de Picasso, hoy el más estudiado de su carrera.

Los expertos realizaron análisis de rayos X e infrarrojos en el Retrato de Mateu Fernández de Soto (1901), una representación de un escultor español que se hizo amigo de Picasso durante su Período Azul, un momento estilísticamente crucial, aunque melancólico en la obra temprana del pintor.

En la imagen recién descubierta, el cabello de la mujer está recogido en el peinado de moño, preferido por los elegantes parisinos de la época, lo que le da un parecido con los modelos de varios retratos realizados por el malagueño ese año.

Incluso, como Bebedor de Absenta (Museo Hermitage, San Petersburgo) y Mujer con los brazos cruzados (Kunstmuseum Basel).

Según fuentes artísticas, en el transcurso de tres años Picasso se apartó de las convenciones pictóricas y utilizó pinceladas expresivas y una ahora famosa y cambiante paleta azul-verde.

Sus pinturas del Período Azul son muy populares y objeto de una gran cantidad de estudios.

npg/dla