La víspera, la Confederación General del Trabajo (CGT), uno de los principales sindicatos del país, anunció que abandonaba la mesa de diálogo, tras acusar al primer ministro François Bayrou de traicionar a su palabra, una decisión que ya había adoptado hace unos días Fuerza Obrera.
También en las filas de las patronales se produjo una baja en el foro previsto hasta mayo, golpeado por las afirmaciones recientes de Bayrou de que el regreso a los 62 años como edad de retiro estaba descartado, pese a sus promesas de que en la concertación no existirían temas tabúes.
Por su parte, el otro sindicato poderoso, la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), abogó por replantear el proceso, al argumentar que en su composición actual carece de sentido, aunque sin salir del mismo.
De acuerdo con la secretaria general de la CGT, Sophie Binet, el foro perdió su relevancia con la postura del gobierno, en particular la decisión del primer ministro de cerrar la puerta al ajuste en la edad de la jubilación.
Tenemos patronales oportunistas que buscan aprovecharse del contexto geopolítico para imponer nuevos retrocesos a los trabajadores, cuyo bolsillo es siempre el afectado, dijo la dirigente a la cadena Franceinfo, en un escenario marcado en Europa y en Francia por el llamado a disparar el gasto militar.
El presidente Emmanuel Macron logró imponer en 2023 una reforma en el sistema de retito, que llevó la edad para dejar de trabajar de 62 a 64 años, pese al rechazo en la sociedad a la norma, traducido en multitudinarias protestas y en críticas de fuerzas políticas.
Consciente de su fragilidad, ante la ausencia de una mayoría absoluta parlamentaria del oficialismo, el primer ministro Bayrou convocó a un foro con los sindicatos y las patronales prometiendo que no habría tabúes, ni siquiera en el tema de la edad de retiro, en aras de evitar el éxito de una moción de censura en su contra.
El gobierno argumenta que el tema central de la reforma es garantizar un equilibrio financiero en el sistema de la jubilación francés y que retroceder a los 62 años como edad de retiro no sería compatible con ese propósito.
Sin embargo, sindicatos como la CGT estiman que la reforma puede anularse para encontrar otras formas de financiación que no impliquen que los franceses tengan que trabajar más tiempo.
mem/wmr