El recinto penitenciario con capacidad para 40 mil reos está disponible ahora para que Estados Unidos envíe presuntos pandilleros y criminales de la peor ralea, según acuerdos entre ambos gobiernos.
Van Hollen se encuentra en el país como parte de gestiones para que sea devuelto a Estados Unidos Kilmar García, un salvadoreño con arraigo familiar, detenido y deportado desde territorio estadounidense, y es presuntamente inocente.
«Desconozco su estado, precisamente por eso quería reunirme con él directamente. O sea, esta es una prisión de mala reputación», dijo el parlamentario en declaraciones citadas por el diario La Prensa Gráfica (LPG).
El político demócrata se reunión con el vicepresidente Félix Ulloa para pedir la liberación de García, quien se encuentra encerrado en el Cecot, y dijo que vendrán más miembros del Congreso a pedir la devolución del reo.
El político señaló que las cortes estadounidenses no tienen pruebas de que el salvadoreño haya pertenecido a pandillas. «De hecho, un juez de inmigración encontró hace varios años que su vida estaría en peligro si él retornara de nuevo a El Salvador», dijo.
Según LPG ante la insistencia de Van Hollen de ver al detenido, Ulloa dijo que “había que hacer ciertos arreglos previos para poder entrar al Cecot» y que «no estaba dentro de sus posibilidades hacer que eso sucediera».
Durante una conferencia de prensa, el senador apuntó que «en las cortes de Estados Unidos no existe ninguna evidencia que diga que el señor Ábrego García fue miembro de la MS13» y aseguró que «El Salvador tampoco tiene pruebas que él haya sido miembro».
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