Muy difícil porque vemos tanto, hemos vivido tanto también y sabemos que este es un momento de gravísimo riesgo, de gravísimo peligro para la humanidad, para la familia humana, para los pueblos del mundo, manifestó la mandataria en medios de prensa del poder ciudadano.

Añadió que nadie sabe cómo terminan los conflictos armados y más aquellos con armas nucleares.

“Es grave la situación, y es tan grave y tan peligroso jugar con la vida, y jugar además con la existencia, la sobrevivencia de la familia humana”.

“Aquí estamos viendo, viviendo, sintiendo, porque es nuestra obligación como seres humanos, sentir ese profundo dolor, esa dolorosa (…) incertidumbre que aqueja a miles de miles, millones de millones de seres humanos y a otros que están bajo todos los fuegos”, manifestó.

La copresidenta expresó solidaridad con las familias que habitan en Israel e Irán, al tiempo que transmitió las “oraciones firmes, potente pidiéndole al Dios de toda la victoria, las luchas de todos los pueblos que escuche el clamor de paz de la familia humana”.

Recordó el mensaje difundido la víspera por el embajador de Nicaragua en Irán, Ramón Moncada, quien reiteró la solidaridad del país centroamericano con la nación persa.

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