No hay agua potable en la ciudad de Gaza, por lo que la incidencia de gastroenteritis está en aumento, detalló el doctor, citado por la agencia de noticias Safa.
Tampoco tenemos medicamentos que ofrecer a los pacientes cardíacos en el territorio, subrayó.
Abu Salmiya reveló que unas 55 mil embarazadas sufren desnutrición en la Franja debido al asedio militar.
Al respecto, destacó que las organizaciones internacionales tienen camiones cargados con ayuda médica del otro lado de la frontera, en Egipto, pero no pueden entrar por la negativa israelí.
Hace unos días, el directivo de salud acusó a las Fuerzas Armadas de ese país de destruir el 70 por ciento del sistema de salud en la Franja.
En el enclave costero funcionan solo dos hospitales infantiles, con una capacidad de apenas 100 camas, indicó.
Además, advirtió sobre la grave escasez de medicamentos e insumos, incluido unidades de sangre y anestesia, necesarias para intervenciones quirúrgicas.
También el director del Hospital Al-Tahrir, Ahmed Al-Farra, denunció el grave deterioro de la situación sanitaria en el territorio ante el aumento sin precedentes de la desnutrición y del número de enfermos.
Señaló que ese centro experimenta una violenta oleada de casos de parálisis, derivada de la contaminación del agua.
En similar sentido se pronunció este mes la Defensa Civil en Gaza al señalar que el sistema de salud allí es incapaz de asumir el creciente número de hambrientos y heridos que llegan cada día a los hospitales como resultado de la continua agresión.
El portavoz de esa institución de socorro, Mahmoud Basal, destacó que sus equipos de ayuda se enfrentan a una intensa presión como consecuencia de la escalada de ataques del Ejército.
Basal acusó a Israel de imponer “una política sistemática de asesinatos masivos y ataques intensivos contra civiles” en Gaza.
Según datos oficiales, más de 61 mil 400 personas murieron en el territorio desde el comienzo de la agresión, en octubre de 2023, en tanto la cifra de heridos supera los 153 mil.
mem/rob





