Fueron jornadas duras (desde la tarde noche del lunes), largas las pláticas con grupos de trabajadores, no solo sindicatos, representantes de diferentes áreas, y llegamos a los puntos a mejorar, describió el presidente de la Junta Directiva de esa entidad, José de la Peña.
En conferencia de prensa, la autoridad subrayó que acordaron crear justo una mesa de diálogo, también de trabajo, para presentar los fundamentos de ambas partes y al término eliminar el problema en conjunto.
Esta mesa se instauró y se empezará a trabajar ya la próxima semana y haremos la primera sesión para poder fijar fechas, en las cuales cada quien va a apuntar todos los elementos, remarcó el funcionario en viodeoconferencia con la prensa reunida en la sede del Gobierno.
Mencionó a los medios en el Palacio Nacional de la Cultura, que estuvieron acompañados por un representante de Secretaría de Presidencia y también por el señor Viceministro de Transporte, Fernando Suriano, clave en la mediación y acuerdos, dijo. Sobre el impacto de la medida de presión adoptada por los trabajadores, de la Peña explicó que tenían cuatro buques, dos decidieron esperar a ver la evolución, mientras los otros continuaron su trayecto y se fueron.
Actualmente el estatus es que el muelle tiene capacidad para cuatro buques y hay tres portacontenedores que están en plena operación, expuso el directivo, quien añadió que en fondeo están siete.
Estamos en plenas labores, porque lo acordado con el grupo de trabajadores fue que se iba a retomar la operación en su totalidad bajo el compromiso de establecer esta mesa, enfatizó.
Las partes, según los análisis, buscan negociar un nuevo pacto colectivo, dado que las jornadas laborales no están acorde con la realidad y la forma de manejar la situación tampoco.
Usuarios y representantes de la Asociación Guatemalteca de Exportadores calcularon pérdidas por casi 25 millones de dólares debido a la suspensión, y reiteraron el llamado a buscar soluciones de fondo a la crisis existente.
Se dejaron de percibir alrededor de 40 millones de quetzales (poco más de cinco millones de dólares) en impuestos por la falta de internación de mercancías, informó la Superintendencia de Administración Tributaria, citada por el diario local Prensa Libre.
Los cierres del puerto de Santo Tomás de Castilla, señalaron varias Cámaras empresariales, afectaron la facilitación del comercio global, competitividad y la confianza de los inversionistas, tanto nacionales como extranjeros.
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