De acuerdo con los pobladores en la zona, las columnas de humo se elevaban de la base aérea tras el bombardeo y aún se desconoce si hubo pérdidas humanas o daños materiales.
Horas antes de esta agresión, cazas del ejército israelí lanzaron 39 incursiones aéreas contra varias unidades militares en las provincias sureñas sirias de Deraa, Quneitra y Damasco-campo.
La población de las tres provincias escuchó durante varias horas el sonido de los drones de reconocimiento, y luego la aviación sionista atacó instalaciones militares como el 89º Regimiento, la 12ª Brigada, la Primera División y el cuartel general de la Séptima División en la ciudad de Sasaa, a unos 35 kilómetros al suroeste de Damasco.
Durante las últimas semanas, hubo una notable escalada israelí en el sur de esta nación levantina, donde los cazas israelíes atacaron varios sitios, mientras tropas de Tel Aviv ocuparon la zona de amortiguación y varios sitios estratégicos, incluida la cima del Monte Hermón.
El presidente interino de Siria, Ahmad Al-Shara, denunció la víspera las agresiones israelíes contra el territorio de su nación e instó a la comunidad internacional a ejercer presiones para detener estas violaciones.
Consideró que esta expansión de Israel no sólo constituye una violación de la soberanía siria, sino una amenaza directa a la seguridad y la paz de toda la región, y reiteró el pleno compromiso de Damasco con el Acuerdo sobre la Separación de Fuerzas firmado en 1974.
Instó a la comunidad internacional a cumplir con sus obligaciones legales y morales, y apoyar los derechos sirios y presionar a Israel para que se retire inmediatamente del sur de Siria.
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