Según comunicaron este martes a la prensa, la expedición arqueológica del Instituto Yelabuga de la Universidad Federal de Kazán continúa sus trabajos en un monumento asociado con el antiguo asentamiento de Achi, donde pudieron coexistir tribus búlgaras y ugrias.

Por datos preliminares, el asentamiento de Achi comenzó a formarse en este territorio a finales del siglo IX y principios del X. El estrato cultural descubierto por los arqueólogos contiene artefactos de varios grupos étnicos y culturales a la vez.

La zona sirvió como encrucijada de rutas migratorias. Se observa que allí pudieron coexistir búlgaros procedentes del oeste y tribus ugrias que emigraron desde los Urales.

El trabajo de la expedición se vio obstaculizado por las lluvias desde principios de la temporada, pero los investigadores lograron recolectar el material necesario.

Igualmente se reportan hallazgos interesantes relacionados con la cultura Lomovatovskaya del Alto Kama, así como fragmentos de vajilla y joyas relacionados con la cultura Saltovo-Mayaki (región del Cáucaso Norte-Don).

Se seleccionaron tres objetos para su posterior análisis. Se les realizará un examen antropológico, así como un análisis forense y datación por radiocarbono, probablemente en laboratorios especializados de San Petersburgo.

El profesor Asociado del Departamento de Historia General y Nacional del Instituto Yelabuga de la Universidad Federal de Kazán y jefe del equipo expedicionario, Albert Nigamayev, dijo que la investigación ayudará a esclarecer el origen de los restos descubiertos y la antigüedad de los enterramientos.

Esto permitirá extraer conclusiones sobre quiénes habitaron exactamente Achi hace más de mil años y con qué pueblos tuvieron contacto los residentes del asentamiento, agregó Nigamayev..

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