Solo zonas del noroccidente del país quedaron fuera de la alerta, la cual autoridades de salud acompañan con llamados a hidratarse, a evitar el ejercicio fuerte, el café y el alcohol y a atender a los más vulnerables.

Según las previsiones, los termómetros volverán a rondar y superar los 40 grados Celsius durante la jornada, en la que también se producirán tormentas en la tarde.

La vigilancia máxima, la roja, fue decretada por la agencia Météo France en los departamentos de Ardèche, Aude, Drôme, Isère y Ródano, donde la misma regirá igualmente mañana, todos en ubicados en la mitad Sur.

El pico del episodio canicular número 51 que se registra en Francia desde 1947, el trigésimo cuarto del presente siglo, fue alcanzado ayer con varios récords de temperatura.

En la comuna de Saint-Laurent-du-Pape, en Ardèche, se registraron 42,9 grados Celsius, que rompieron un récord que databa de 1950, mientras que en Sauvages, en Ródano, el mercurio escaló hasta los 37,2, con la particularidad de que esta localidad se encuentra a más de 800 metros sobre el nivel del mar.

Cada canícula en Francia genera inquietudes y trae a la memoria la sufrida en 2003, que dejó 15 mil víctimas fatales.

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