“Ayer se reunió Marcelo (Ebrard), el secretario de Economía, con el embajador de China en México. Nosotros estamos proponiendo una mesa de trabajo de alto nivel para poder platicar”, dijo la mandataria, quien reiteró la existencia de muy buenas relaciones con el gigante asiático.

Al explicar las razones del aumento de gravámenes a productos como textiles y vehículos ligeros de algunos países, la jefa del Ejecutivo subrayó durante su habitual conferencia de prensa que se busca fortalecer la economía del territorio latinoamericano.

“En cerca de cuatro años aumentaron las importaciones de nuestro país cerca de 83 por ciento. También aumentaron las exportaciones y nosotros –ese es el Plan México-, lo que queremos es producir más” aquí para tener una balanza comercial positiva mayor, expuso.

Según agregó, para eso es la marca Hecho en México y otras acciones emprendidas por la administración.

“Ese es el objetivo de los aranceles no a China, sino a los países con los que no tenemos acuerdo comercial dentro de las reglas de la Organización Mundial del Comercio. Pero evidentemente nos interesa tener un diálogo”, ratificó Sheinbaum.

Mencionó que el planteamiento del diálogo lo había hecho también el secretario de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente, y descartó que se trate de un indicio de tensiones comerciales, pues está abierta la posibilidad de conversar, al igual que en el caso de Corea del Sur.

El proyecto propone gravámenes a la importación de diversas mercancías de las industrias automotriz, textil, vestido, plástico, siderúrgico, electrodomésticos, aluminio, juguetes, muebles, calzado, marroquinería, papel y cartón, motocicletas, remolques y vidrio.

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