El Instituto Nacional de Estadísticas (Istat) citó entre las causas de esta ralentización inflacionaria, una baja en los costos de los alimentos no procesados, cuyo precio se redujo de 4,8 a 1,9 por ciento desde septiembre, junto a la caída de los precios regulados de la energía, desde 13,9 hasta 0,8 puntos porcentuales.
Esos efectos solo se compensaron, parcialmente, con una aceleración de los precios de los servicios recreativos, culturales y de cuidado personal, que entre ambos meses subieron desde 3,1 hasta 3,3 puntos porcentuales.
En octubre se mantuvo sin cambios la inflación subyacente, que excluye en su análisis a la energía y los alimentos no procesados, al registrar un 2,0 por ciento.
El crecimiento interanual de los precios de los bienes se desaceleró desde 0,6 hasta 0,2 puntos, mientras que el de los servicios se mantuvo estable en 2,6 por ciento.
La brecha inflacionaria entre los sectores de servicios y bienes se amplió, y alcanzó 2,4 puntos, por encima del 2,0 por ciento reportado el mes anterior, agrega la fuente.
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