Las autoridades confirmaron el incidente ocurrido la víspera, mientras precisaron que 12 feligreses murieron de inmediato y otros tres mientras eran trasladados a centros médicos, pero eludieron responsabilizar a los grupos islamistas que operan en el norte del país a pesar de que todas las sospechas apuntan hacia ellos.
De su lado, los asaltantes mantienen silencio.
En este dolorosa circunstancia queremos invitarlos a orar por el descanso en los brazos de Dios de quienes murieron en la fe, por la curación de los heridos y por la conversión de aquellos que siembran la muerte y la desolación en nuestro país, dijo el prelado en una declaración escrita.
Los ataques de grupos armados islamistas asolan hace años el territorio de Burkina Faso, causaron la muerte de miles de personas y el éxodo forzado de más de dos millones de residentes en las áreas bajo su control, equivalentes a la mitad del territorio de este empobrecido país africano.
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