Por medio de un comunicado, el Ministerio de Defensa sirio informó que los uniformados, con apoyo ruso, realizaron una serie de operaciones contra sedes, cuarteles y vehículos bélicos de las organizaciones terroristas presentes en el desierto de Palmira, y en las zonas rurales de las gobernaciones de Deir Ezzor e Idlib.
Los ataques se efectuaron mediante la aviación, los drones, la artillería y los misiles, lo que causó la eliminación de numerosas terroristas, algunos líderes de nacionalidades extranjeras.
Por otro lado, los militares sirios, apoyados por milicias populares y fuerzas aliadas, repelieron ataques repentinos del grupo Daesh, proscrito en la lista del terrorismo internacional, en la zona de Al-Zukhna en el este de la provincia de Homs, y en la localidad de Zughir Shamieh, en el oeste de Deir Ezzor.
Durante las acciones bélicas, los aviones de combate sirios y rusos llevaron a cabo incursiones intensivas contra los escondites de los radicales en las cordilleras en el desierto.
La víspera, unidades del ejército sirio rechazaron un ataque a gran escala lanzado por los terroristas cerca de la ciudad de Maadan Ateeq, ubicada en la mitad de la carretera que comunica las provincias de Deir Ezzor y Raqa.
Según denuncias de Damasco, los radicales del Daesh reciben apoyo logístico, protección e información de inteligencia por parte de los militares norteamericanos desplegados ilegalmente en la cercana zona de Tanef, en el este del país.
Analistas aseguran que el Daesh recurre, desde su derrota en 2018, a la guerra de pandillas y ataca apoyado en claras instrucciones de inteligencia para desgastar a las tropas sirias y sus aliados.
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