De acuerdo con el organismo, la tercera parte de la población obligada a abandonar sus hogares son niños, estimados en 2,7 millones.
En ese contexto, las agencias humanitarias brindan asistencia vital que llegó a 950 mil personas en lo que va de año, casi medio millón de ellos desplazados.
Sin embargo, la falta de financiación obstaculiza gravemente los esfuerzos de respuesta, según reconoce el propio organismo.
El llamamiento de 993 millones de dólares para las labores sobre el terreno en Myanmar apenas cuenta con el seis por ciento, lo que equivale a 63 millones de dólares.
Tres años después de la toma del poder de los militares mediante un golpe de estado, la situación económica del país continúa su rápido deterioro.
En marzo, la ONU estimó en casi 2,7 millones de personas el total de desplazados internos, cerca de 2,4 millones de los cuales fueron desarraigados después de la toma del poder en febrero de 2021.
El golpe militar de entonces mantiene al país en un conflicto entre las fuerzas del ejército y grupos armados de oposición, lo que ha provocado desplazamientos masivos y miles de víctimas.
Alguna vez considerada una de las economías más prometedoras del sudeste asiático con una clase media en crecimiento, la nación ahora sufre niveles vertiginosos de pobreza.
La guerra civil empujó a decenas de millones aún más a la indigencia mientras que casi la mitad de la población de 54 millones de Myanmar está por debajo del umbral de pobreza.
El 49,7 por ciento de las personas vive con menos de 76 centavos de dólar al día, una cifra que se ha duplicado desde 2017, de acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
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