El devastador movimiento telúrico de 7,7 de magnitud ocasionó la muerte a más de tres mil 800 personas, heridas al menos a cinco mil 100 y el número de desplazados supera los 200 mil.
Según informó el director general adjunto del Departamento de Control de Enfermedades, Dr. Anek Mungaomklang, un equipo de 30 miembros, compuesto por trabajadores sanitarios, un coordinador de la Organización Mundial de la Salud y voluntarios de la Fundación Ruam Katanyu, brindará asistencia en Myanmar hasta el 2 de mayo.
La misión de la brigada en el país vecino consiste en intensificar la vigilancia de enfermedades transmisibles y mejorar los sistemas de gestión de refugios y agua en las áreas afectadas por el terremoto, precisó.
Tailandia también se comprometió a instalar un sistema de filtración de agua, que es capaz de producir al menos 600 litros de agua potable por hora y tiene bajos costos de mantenimiento a fin de apoyar a miles de personas aún en refugios temporales.
Del 19 al 24 de abril, el segundo equipo brindó servicios médicos a mil 304 personas afectadas, detalló el ministerio.
El terremoto del 28 de marzo también causó estragos en Tailandia, donde dejó al menos 58 muertos y 38 heridos, así como daños a la infraestructura en casi una veintena de provincias.
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