La Secretaría de Gestión de Riesgos y Contingencias Nacionales (Copeco) contabilizó un muerto, seis personas rescatadas, un desaparecido y más de cinco mil 500 personas afectadas (mil 800 familias), como consecuencia de las intensas lluvias sobre el territorio hondureño.
En una actualización de los estragos, la Copeco informó hoy sobre 87 evacuaciones, 25 comunidades incomunicadas y un centenar de viviendas dañadas, de las cuales 26 resultaron totalmente destruidas.
Las zonas más golpeadas desde el pasado lunes por los efectos de la vaguada en superficie asociada a Erick fueron el occidental departamento de Ocotepeque y los municipios de la región de Yoro (norte) ubicados a orillas del río Ulúa, el más caudaloso de la nación centroamericana.
Según el balance preliminar, los torrenciales aguaceros, acompañados de vientos huracanados, también provocaron grandes perjuicios a cultivos e infraestructura vial.
En total, ocho de los 18 departamentos (regiones) hondureños fueron castigados por las precipitaciones, en particular los situados en el sur y occidente y los aledaños al río Ulúa.
Medios de comunicación recordaron que Honduras está considerado como el tercer país con mayor riesgo a fenómenos meteorológicos extremos intensificados por el cambio climático en el mundo, mientras que un 45 por ciento de su población se expone a sufrir pérdidas durante la época de lluvia.
Desde el pasado jueves, autoridades de diversas instituciones gubernamentales y equipos de emergencia comenzaron a llegar con ayuda humanitaria para las familias afectadas en Ocotepeque.
La asistencia enviada por el Gobierno hondureño incluye alimentos, agua potable, kits de higiene, frazadas y colchonetas.
De acuerdo con el más reciente informe del Centro de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos, el ingreso de una onda tropical débil marcará las condiciones del clima, con lluvias y chubascos débiles y dispersos en la mayor parte del territorio nacional.
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