El portavoz del Gobierno y ministro de Comunicaciones, Patrick Muyaya, reafirmó la postura de Kinshasa durante una conferencia de prensa y señaló que antes de suscribir cualquier acuerdo económico deben cumplirse las condiciones para la paz sobre el terreno.
El REIF forma parte de los elementos propuestos en el acuerdo de paz firmado con Ruanda el 27 de junio, bajo la mediación de Estados Unidos, de ahí que medios presentes en el intercambio, como Actualité.CD, cuestionaran el por qué se procedió a rubricar el acuerdo marco con Kigali en Washington. Muyaya comentó que así como el Acuerdo de Washington estuvo precedido por una declaración de principios, la creación del marco de integración económica regional también lo estuvo y, a lo largo del texto, la paz es la primera condición que debe permitir que se cumplan las demás.
Agregó que a casi cuatro meses después de la firma, aún sobre el terreno persisten las confrontaciones y la presencia de tropas en apoyo a los rebeldes de la Alianza del Río Congo-Movimiento 23 de Marzo (AFC/M23).
“Esto no significa que el trabajo realizado por nuestros expertos, tanto estadounidenses como ruandeses, haya fracasado; es un trabajo que podrá aplicarse cuando se cumplan las condiciones para el retorno a la paz, que deseamos que sea definitiva y duradera”, dijo el portavoz.
Aclaró que la negativa de firmar el REIF no es una señal de desconexión, sino más bien una cuestión de “coherencia estratégica”, porque cuando se firma un acuerdo, se hace de buena fe, lo que significa que todos deben hacer su parte.
“Todos sabíamos al firmar, incluido el mediador estadounidense, que las cosas no sucederían automáticamente. Sabemos que la paz es un proceso cuando acordamos discutir este acuerdo que resolvió los problemas de seguridad. Sabemos que el otro problema es la economía, pero para lograrla, debemos crear las condiciones para una paz definitiva y duradera”, sostuvo.
El texto del REIF sienta las bases para una mayor cooperación en diversos sectores: minería, infraestructura, energía, desarrollo industrial, industria agroalimentaria, salud pública y turismo transfronterizo; con la mira en formalizar la minería artesanal y fortalecer la transparencia y la trazabilidad de los minerales.
También prevé desarrollar la infraestructura regional, en particular en el marco del Corredor Lobito, respaldado por Estados Unidos, aumentar la capacidad de producción y procesamiento de minerales, y promover iniciativas conjuntas en otros ámbitos.
Frente a las declaraciones de Kinshasa el canciller ruandés, Olivier Nduhungirehe, rechazó los argumentos del condicionamiento a la retirada de las tropas y dijo que es un pretexto mediático ridículo, que la delegación congoleña nunca invocó durante las negociaciones.
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