La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Mao Ning, señaló que las recientes declaraciones de la primera ministra japonesa sobre Taiwán fueron extremadamente erróneas, hirieron los sentimientos del pueblo chino y desafían el orden internacional posterior a la Segunda Guerra Mundial.

Esa conducta, añadió, socava los cimientos y el ambiente de cooperación trilateral entre China, Japón y Corea del Sur.

Recordó que la postura de Tokio debe basarse en el principio de una sola China y en los cuatro documentos políticos bilaterales, no en ambigüedades ni retrocesos históricos.

Asimismo, subrayó que Taiwán fue recuperado por China tras la victoria en la Guerra de Resistencia contra la Agresión Japonesa, un resultado consagrado por la Declaración del Cairo, la Declaración de Potsdam y el Acta de Capitulación del Japón.

Mao Ning indicó que los líderes japoneses no deberían vincular Taiwán con el concepto de “crisis existencial” y exigió a la nación vecina que rectifique las declaraciones de la primera ministra Sanae Takaichi sobre el tema.

Entre 1937 y 1945, más de 34 millones de chinos, incluidos habitantes de Taiwán, murieron en la guerra contra la invasión japonesa.

La restitución de Taiwán a China en 1945 es un pilar reconocido del orden postbélico en Asia.

Sanae Takaichi dijo recientemente ante la Dieta (Parlamento japonés) que si China ataca Taiwán esto crearía una «crisis existencial» para Japón, lo que supondría la movilización de las Fuerzas de Autodefensa del país y la posible intervención de Tokio en ese conflicto.

Las declaraciones generaron una fuerte reacción de Beijing, que incluso emitió una alerta de viaje a sus ciudadanos instando a que no visiten Japón en el futuro próximo.

Además, el gigante asiático suspendió la importación de productos acuáticos provenientes de la nación vecina.

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