Malasia desarrolla en estos momentos negociaciones arancelarias con Estados Unidos, pero el dignatario afirmó que su nación, como independiente y soberana, tiene derecho a expresar opiniones propias sobre cualquier asunto.

Anwar, quien es también ministro de Finanzas, reconoció que las negociaciones todavía no se encuentran en la etapa final, pues falta mucho por valorar.

Según explicó el jefe de gobierno, el principal problema se centra en los productos eléctricos y electrónicos (E&E), semiconductores y chips, tal como expuso recientemente en el Parlamento.

Alrededor del 60 por ciento de lo producido se exporta a Estados Unidos; sin embargo, ese país también depende de Malasia para chips y E&E, lo cual representa alrededor del 25 por ciento de su producción, argumentó.

Varios ministros coincidieron con Anwar en tratar de que esto pueda alcanzar una solución amistosa.

A la vez, Malasia defiende una postura de seguir comerciando de manera positiva con todas las naciones, pero sin permitir que ninguna imponga condiciones coercitivas.

En los últimos tiempos, Malasia ha fortalecido las relaciones comerciales con China y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean), bloque regional que presidente este año.

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