El documento, publicado conjuntamente por la Comisión Nacional de Salud, la Administración Nacional de Medicina Tradicional China y la Administración Nacional de Control y Prevención de Enfermedades, identifica 10 tipos de comportamientos inadecuados en la comunicación de contenidos médicos en plataformas digitales.
Según la notificación, los profesionales no podrán difundir información que contradiga las leyes y políticas nacionales, perjudique el desarrollo del sector sanitario o dañe la imagen de la profesión médica.
El texto prohíbe además utilizar la divulgación científica con fines comerciales, incluidos la promoción de productos farmacéuticos, cursos de bienestar o suplementos, así como la venta mediante transmisiones en vivo.
También se prohíbe revelar información personal de los pacientes o mostrar imágenes e historias identificables sin su consentimiento expreso.
Las normas establecen que los profesionales no deben publicar contenidos ajenos a su área de especialización ni difundir información no verificada o tergiversada que induzca a error sobre guías clínicas o estándares médicos.
El documento impide exagerar enfermedades o tratamientos, promover falsos “médicos milagrosos” o “medicamentos mágicos”, y fabricar casos o historias ficticias, especialmente en temas de alto riesgo o en fase de investigación.
Asimismo, prohíbe el uso inadecuado de tecnologías de inteligencia artificial para generar contenido médico sin comprobación científica o sin una identificación visible de origen artificial.
Las autoridades también advirtieron contra la publicación de materiales que violen la ética profesional o contengan elementos vulgares, sensacionalistas o de autopromoción para atraer visitas.
El texto dispone que los médicos no podrán usar el nombre o la autoridad de sus instituciones sin autorización previa, ni continuar utilizando dicha información institucional después de abandonar su cargo.
De acuerdo con las autoridades chinas, las nuevas directrices buscan reforzar la credibilidad de la educación sanitaria en internet y prevenir la desinformación en un contexto de creciente uso de plataformas digitales y ventas a través de transmisiones en vivo por parte de los profesionales médicos y el público.
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