Kigali anunció la víspera su salida, luego de que la Conferencia de jefes de Estado y de Gobierno acordara el pasado sábado extender por un año más el mandato de Guinea Ecuatorial como presidente rotatorio de la organización subregional, en lugar de cederlo a Ruanda, a quien correspondía el turno.
La cumbre recomendó esta acción debido a la confrontación con la RDC, pero los ruandeses consideran que se trata de “la instrumentalización” de la Comunidad por parte de Kinshasa, con el apoyo de algunos Estados miembros.
En un comunicado oficial, Kigali significó que tiene derecho a la presidencia rotatoria, lo cual está estipulado en el artículo 6 del Tratado de la Ceeac, y recordó que desde la reunión de jefes de Estado celebrada en Kinshasa, en marzo de 2023, había protestado por su exclusión dentro del ente regional.
“El silencio y la inacción posteriores confirman el fracaso de la organización a la hora de aplicar sus propias normas”, lamentaron en la nota, y añadieron que, ante la negación de sus derechos garantizados por los textos constitutivos, Ruanda no ve motivos para seguir siendo miembro de la organización.
La Ceeac ha condenado en varias ocasiones las acciones del Movimiento 23 de Marzo (M23), grupo rebelde apoyado por Kigali, y el pasado mes de febrero exigió la retirada inmediata de las Fuerzas de Defensa de Ruanda del territorio congoleño.
Estas tensiones complejizan el avance de las negociaciones de paz para poner fin a la crisis de seguridad en el este de la RDC, que luego de sus fracasos en la capital angoleña ahora transcurren de la mano de Washington, que ya presentó a las partes un borrador revisado del acuerdo.
Se espera que expertos ruandeses y congoleños lleguen a la capital estadounidense esta semana para debatir un documento conjunto, con vistas a una reunión de validación entre los ministros de Asuntos Exteriores.
Al mismo tiempo, en Doha se llevan a cabo diálogos entre el Gobierno de RDC y los rebeldes, bajo la mediación de Qatar, pero de acuerdo con Radio Okapi no se han logrado avances significativos tras 32 días de conversaciones durante la segunda ronda.
La delegación rebelde incluso abandonó la mesa hace cinco días para regresar a Goma, en la provincia de Kivu Norte, aunque se espera que las conversaciones se reanuden pronto para examinar la propuesta presentada por la mediación.
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