Fuentes de seguridad explicaron a la agencia oficial de noticias Wafa que una unidad especial israelí se infiltró en el poblado a primera hora del amanecer y rodeó una vivienda, donde estaban escondidos presuntos milicianos.
Poco después llegaron refuerzos militares, acompañados de excavadoras y vehículos blindados.
Los uniformados impusieron un cordón militar alrededor de la casa y desplegaron francotiradores en los tejados antes de atacarla, lo que provocó un corte de energía en la zona, preció el medio noticioso.
Wafa denunció que los efectivos castrenses derribaron árboles y las paredes de las casas adyacentes a la sitiada y destruyeron varios vehículos e infraestructuras.
El Ejército israelí afirmó que en esa vivienda se refugiaba una célula que ejecutó en noviembre último un ataque que causó la muerte a un soldado.
Inmediatamente después de la retirada de los uniformados, ciudadanos, ambulancias, equipos de defensa civil y del municipio comenzaron a retirar los escombros y a buscar heridos o cadáveres.
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