Al introducir un debate en la Asamblea Nacional sobre el conflicto, en particular sobre el acuerdo de seguridad firmado el mes pasado por los presidentes Emmanuel Macron y Vladimir Zelensky, Attal alegó que por principio no se excluye ninguna opción en dicho respaldo.
El 26 de febrero, en el contexto de una conferencia en París para impulsar la ayuda militar a Ucrania, Macron evocó por primera vez el envío de tropas occidentales al frente, descartando líneas rojas de cara al conflicto que cumplió dos años, una postura de la cual tomaron distancia sus aliados europeos y que la oposición francesa rechazó.
Según Attal, Francia “no abandonará a Ucrania”, y relacionó la victoria de ese país ante Rusia con un alegado interés nacional.
En su intervención, el primer ministro llamó a la responsabilidad de los diputados con el apoyo al acuerdo Macron-Zelensky, que incluye una ayuda adicional de tres mil millones de euros este año, además del compromiso de promover la adhesión de Ucrania a la Unión Europea (UE) y la OTAN.
Al menos dos partidos de peso ya adelantaron que no respaldarán el pacto, Agrupación Nacional (88 escaños en la Asamblea), que se abstendrá, y La Francia Insumisa (74), que votará en contra.
Ambas fuerzas reiteraron su rechazo a la guerra contra Rusia y al ingreso de Ucrania a la UE y la OTAN.
El discurso introductorio de Attal al debate en la Asamblea Nacional incluyó acusaciones a Moscú de representar una amenaza de “nuevos conflictos”, para “nuestra seguridad alimentaria” y en el campo energético.
Asimismo, rindió homenaje al recién fallecido opositor ruso Alexei Navalni.
Hace pocos días, el vicepresidente del Consejo de Seguridad, Dmitri Medvédev, advirtió que los propósitos de Macron llevan a que tampoco Rusia tenga líneas rojas para Francia.
“In hostem omnia licita”, escribió el expresidente ruso en su cuenta en la red social X, frase en latín que puede traducirse: “todo está permitido respecto al enemigo”.
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